La confianza es el pilar fundamental sobre el cual se construyen los equipos virtuales exitosos. A diferencia del trabajo presencial, los miembros de estos equipos rara vez comparten un espacio físico, lo que presenta retos únicos para establecer y mantener relaciones basadas en la seguridad, la honestidad y la transparencia. Por ello, es imprescindible poner especial atención en generar dinámicas que propicien un ambiente de colaboración y credibilidad mutua, donde cada integrante sienta que puede expresar sus ideas, asumir responsabilidades y confiar tanto en los procesos como en las personas. Fomentar la confianza en equipos virtuales contribuye no solo al bienestar individual, sino también a la eficiencia y la productividad colectiva, permitiendo que los objetivos comunes se alcancen con mayor efectividad.